13/5/10

Entrevista a Oscar Ybarra, Marlango


"CREO QUE CON EL CUARTO DISCO, YA NO ES EL GRUPO DE LEONOR WATLING"

Leonor Watling, Aejandro Pelayo y Oscar Ybarra publican su cuarto disco como Marlango. LIFE IN THE TREEHOUSE ofrece esos mismos sonidos tan cuidados y preciosistas, pero con un toque mas alegre, que al que nos tenían acostumbrados. Oceanoindie-co Tuvo la oportunidad de poder entrevistar a Oscar Ybarra y el trompetista contestó amable y familiarmente a todas las preguntas que le formulamos.
Claridad, armonía, luz...vuestra música en ese sentido es más limpia, LIFE IN THE TREEHOUSE suena más positivo ¿Sois mas felices que en vuestros anteriores discos?
No se si somos más felices o es que han cambiado las cosas en nuestras vidas un poco. Nos hemos alejado un poco del ruido, de la hipoteca y también influye mucho las giras anteriores que hemos tenido. Han sido las tres giras anteriores, los viajes en furgoneta y bueno, igual estamos más alegres, no lo puedo decir seguro. Nos han pasado muchas cosas personales a cada uno, que creo que las hemos reflejado en la música.

En algunas entrevistas habéis comentado que en vuestros discos anteriores os habiais dado cuenta que vuestro sonido era triste. Ahora con este paso hacia un sonido más positivo ¿llegaréis a ser algún día la alegría de la huerta?
Bueno no, llegar a ser la alegría de la huerta nunca. Tienes una alegría y lo que hacemos nosotros es tener una alegría incoherente. Tienes un poco de alegría pero siempre sabes que puede venir una tormenta en cualquier momento, entonces es una alegría, pero contenida. Lo que nunca vamos a hacer es la canción de la barbacoa, eso lo tengo muy claro.

La paternidad de Alejandro y la maternidad de Leonor, ¿ Cómo ha afectado al grupo y al desarrollo del disco?
Bueno no se si han afectado mucho. Si y no, es más creo que se notará más el nacimiento de los niños en el siguiente disco. En este ha cambiado mucho lo que es la forma de hacer las canciones. Nos hemos juntado y hemos tenido que aprovechar los momentos en que estaban echando la siesta los niños para poder sentarnos a trabajar. Pero igual en el siguiente disco se notará más lo que es la infancia de los peques.

¿Cómo planteáis la gira de LIFE IN THE TREEHOUSE para poder compaginarla con una vida familiar más exigente?
No nos afecta mucho, porque tenemos uno o dos conciertos a la semana entonces vas y vienes a casa y tienes unos días para disfrutar de la vida familiar. Yo por ejemplo vivo en Gijón y claro, hoy tocas en una ciudad y luego yo me voy a casa unos días y disfrutas de tu vida personal y luego vuelves otra vez a los conciertos, eso no nos ha cambiado mucho.

A propósito de la tan recurrente madurez musical,¿qué es para Marlango la madurez musical?
No se si tenemos una fórmula para la madurez, lo que hacemos lo hacemos de la manera que sabemos hacerlo y son las canciones las que mandan desde el principio. Dejar que las canciones vayan evolucionando como ellas necesitan, no las empujamos en una dirección. Hay que dejarlas crecer y moverse por donde ellas quieren, y eso lo vas aprendiendo con el tiempo. No puedes decir, tú vas a ser una canción pop, no, es así porque es lo que ella quiere y nada más y aprendes a dejarlas.

¿Consideráis qué habéis alcanzado esa madurez musical?
Estamos trabajando en ello. La música es algo que va cambiando día a día. Vas aprendiendo cosas nuevas y lo vas incorporando a las canciones y eso siendo músico tienes que dejarte llevar. Vas aprendiendo cada día cosas nuevas y cosas que te encuentras por el camino.

En este último disco habéis contado con colaboraciones de gente de tanto nivel como Jorge Drexler o Rufus Wainright. Estas dos colaboraciones no son las únicas con las que habéis contado¿os planteáis algún disco sólo con colaboraciones?
No, no lo hemos pensado. Lo que tenemos es mucha suerte, todos los que han colaborado son amigos, menos Rufus que colaboramos con él pero todos son amigos, Suso Sáez, Jorge Drexler, Ruben y Leiva de Pereza, Julian Lopez, Ricardo Moreno... y son gente de casa y tenemos la suerte de poder contar con ellos y es un lujo tener buenos amigos con mucho talento.

Decías qué era la primera vez que trabajabas con Rufus ¿qué tal es trabajar con él?
Pues la verdad es que lo hemos hecho a distancia. Leonor fue a hablar con él, le presentó las canciones, le dimos tres opciones de canciones y que hiciese lo que quería y en verdad fue un lujo. Muchas veces tienes un artista que puede entrar como un toro en una tienda de cacharrería, pero él entró y dijo que la canción sólo necesitaba ese coro y una frase con la mano derecha del piano y con eso quedó mucho mejor.

En otra entrevista decías que de pequeño tenías una casa en el árbol como la de vuestro disco ¿ Esto te hace rememorar momentos de tu infancia en EEUU?
Si. Bueno no sólo en Estados Unidos porque he vivido en muchos lugares, pero lo de la casa en el árbol si y ahora de mayor yo tengo una casa en el árbol viviendo en Gijón y me separon un poco del ruido de las obras. Me voy a dar un paseo por la playa y desconecto de todo y si me recuerda mucho a la infancia y creo que es una cosa que no tenemos que perder ninguno, que es acordarse de jugar, de lo simples que eran las cosas de niños que jugabas con dos chapas y estabas feliz de la vida. Nos podemos olvidar de las hipotecas, de las letras del coche, de las movidas y eso es muy importante y creo que cada persona hoy en día según nos vamos haciendo mayores nos olvidamos de eso y eso es algo que tenemos que recuperar.

¿Es Marlango vuestra vía de escape para olvidaros de todas estas cosas?
Si, no para olvidarnos, pero si como una terapia nos juntamos para disfrutar los tres juntos con los otros tres juntos con los que vamos de gira, Vicent Puma, con Gonzalo Maestre... y en directo disfrutamos de los momentos y también de compartir con el público que en los directos tienen mucho que ver porque cada noche es distinta.

En los directos ¿te gusta improvisar dentro de la unidad del grupo?
Si, si, si, eso es lo que hace que cada noche sea mágica, que cada noche sea distinta. Depende del público uno improvisa, cambias cosas, se cambia de setlist. Depende, nosotros cuando vamos a un concierto sabemos con que temas empezamos y con que terminamos, pero lo del medio es una aventura.

Y así disfrutáis vosotros y hacéis disfrutar al público.
Claro es un juego compartido, pero todo depende de cómo estén los ánimos esa noche. Es como un partido de ping-pong. Nosotros les lanzamos la pelota y dependiendo de cómo la devuelven depende como van cambiando las canciones.

Está claro que la carrera artística de Leonor, previa al grupo os ha abierto muchas puertas, pero lo que tenéis a vuestras espaldas es un buen trabajo, que sin eso igual la popularidad de Leonor no os hubiese ayudado tanto.
Claro, unos cuando te abren las puertas tienes que meter el pie para mantenerla abierta y seguir trabajando para que se quede así. Creo que con el cuarto disco ya no es el grupo de Leonor Watling. La gente respeta el grupo como Marlango y eso ya tiene mucho mérito. Te abren la puerta, pero luego te miran con una lupa lo que haces. Entonces si no está bien te van a crucificar, pero si está bien te van a dejar vivir un poco y respirar.

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