Ese silbido de Andrew, que tu intentabas imitar se acoplaba a la canción de la peor manera posible, pero a mi me gustaba.
Ese silbido continúa en mi cabeza, me recuerda ese día en la cama recién levantados y enredados entre las sábanas mientras Andrew interpretaba Anonanimal.
Su voz se revuelve entre susurros y va y viene, muchas veces sin distinguir claramente qué dice...
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